Qué contrato firmado ni qué niño muerto, antigua. Eso se habla con unos WhatsApp y un Snapchat. Luego si incumplen, pues denuncias en Twitter y punto. Miles, millones de tarraconenses que no la conocían de nada y no fueron a la pinchada, pasarán de su cara. Las cuatro matadas de Internet que sí fueron ahora lo comentarán muy fuerte por las redes y no irán más a la Trash. Este finde por lo menos.