Lo mismo comentamos en casa, lo difícil que tiene que ser mantener una conversación fluida y continuada. En cualquier caso, ella me provoca mucha ternura y la madre, a su manera, es un cabo de escuadra, que la mandaba callar a cada momento, le decía que no llorase y tapaba las cosas. Seguro que la madre ha sido un gran apoyo, eso no lo dudo, pero también tuve la sensación de que era una madre lastre, de esas controladoras, que no dejan hacer su propia vida a sus hijos.