Si no os gusta, nadie os obliga a verla. El final de temporada ha estado un poco flojo pero creo que han recuperado el pulso en esta temporada y los momentos dramáticos han humanizado a los personajes y les han dado un toque de realidad que les ha venido bien. Van creciendo, están en la treintena y lo peor que les puede ocurrir no es que el novio/a se vaya con otro/a. La vida no es así y, aunque hay comedia hasta en los pequeños detalles, es inevitable estas sacudidas que todos/as vamos a tener que soportar. Me reafirmo en lo dicho: estoy deseando ver la octava temporada.