Por supuesto, la ley va antes que un concurso, de eso no cabe la menor duda. Pero ni los buenos son tan buenos ni los malos son tan malos.
El año pasado Rusia no jugó a la política. Llevó una propuesta pop con una puesta en escena bastante llamativa, sin entrar en polémicas, cosa que sí hizo Ucrania, con una canción que si hubiese sido cantada por una cantante francesa y con otra letra, posiblemente no hubiese ganado. Rusia se tomó la victoria de Ucrania como un ataque y ahora responde jugando a la provocación y Ucrania ha caído en la "trampa". De cara a la opinión pública Rusia será la víctima y Ucrania los malos que han vetado a una pobre chica con una discapacidad a realizar el sueño de su vida, que es participar en Eurovisión.
No digo que no haya que aplicar las leyes, pero a veces hay que pensarse las cosas dos veces y pensar en la repercusión que puede suponer hacer las cosas de una u otra manera.