A mí el castillo terminó por parecerme un poco coñazo. El del MBT era mucho más versátil, me recordó al decorado pensado para un musical, más que para un concierto, y eso me gustó.
Al final, los escenarios tan concretos y definidos, para un espectáculo así, acaban por jugar en contra. A Kylie, en Les folies tour, le pasaba un poco lo mismo. Un templo clásico sercía de fondo durante todo el concierto, daba igual que cantase Aphrodite o Can't get you our of my head, el templo siempre estaba ahí. Y el vestuario solo fue acorde a la temática durante el primer bloque, después salió vestida de otras tantas cosas que nada tenían que ver con la cultura clásica.
Desde mi punto de vista, todo esto requiere de escenarios versátiles que te permitan cambiar el ambiente en segundos, que pases de lo grandioso a lo íntimo en un momento.