Total, ganazas, a ver quiónda.
Al Sónar (o el pseudoSónar del añó pasado, vaya) acabaron yendo, yo de hecho tenía entrada, pero entre que iba solo y el rollo de llegar 1 hora antes, estar sentado a dos metros de cualquier otra persona, ver un concierto de 20 minutos y pirarte corriendo, me dio mucho agobio y la devolví a la organización.
Luego ya hubo muchos más conciertos así (la Mercè fue toda así, vaya), pero en mayo-junio me parecía un formato absolutamente indisfrutable.