Me gusta que la crítica de Numero Cero saque esto a relucir:
"Esa imagen de mujer que no puede controlar sus pasiones y, como consecuencia, vive bajo los dictados de las decisiones del hombre encaja en su anticuado ideal del romanticismo, pero también es lo más discutible de su personaje, que renuncia a su propia personalidad y capacidad de elección porque, ya saben, está bajo el influjo del amor. No hacía falta, por tanto, que declarase que el feminismo no le parece “un concepto interesante”; ya tenemos sus canciones para comprobarlo."