A mí el último capítulo me ha gustado, con las dosis necesarias de tensión, sustitos y apariciones. Pero las dos tramas del capítulo las han resuelto demasiado rápido, y sobre todo en la de la gran confabulación demoníaca para matar al papa, pues les ha quedado corto.
Yo esperaba que a Marcus lo acribillara la guardía del papa, pero mira...