Sí, eso sí. A veces es mejor hablar 10 minutos de forma intensa que estar escribiéndose un mensaje y respondiéndose cada dos horas.
Pero Apo, hijo. Tú limítate a escribirle cuando te apetezca verle. Y a ver si él hace lo mismo.
Si no lo hace, pues también es esclarecedor.
Ya os contareis qué tal en persona.