Mira, los singles de Teenage Dream tenían gracia porque eran absolutamente lo contrario a pretención, eran divertidos y punto. Y oye, si no quieres hacer un disco divertido y quieres explorar perfecto, pero este disco es tal pastiche de intenciones (por aquí mete una producción buena que ahora se lleva salir en Pitchfork, aquí un rapero que a los blancos les encanta sentirse 2Pac cuando ponen la radio, aquí house noventero no vaya a ser que se ponga de moda,...) que al final se han olvidado de la persona que firma el disco. Es que no hay nada suyo: ni diversión, ni estribillos bonitos (Dark Horse era un mojón pero oye, canta el estribillo de Dark Horse y luego el de Swish Swish, a ver si no ves el bajón) ni siquiera los vídeos son vídeos de Katy Perry, es todo un cúmulo de influencias cada cuál peor ejecutada que da un poco de pena. No creo que el disco esté hecho rápido, sino que no tenía ni puta idea de pa donde tirar porque estando como está el pop femenino es difícil, y han querido probar de todo, pero de verdad que el disco es paupérrimo