A ver, lo que pasa es que el factor sorpresa de Lady Gaga está ausente en esta gira.
Estuvo muy bien todo: ella, el montaje, el setlist, el vestuario, etc... pero no hubo nada que dejase al público con la boca abierta. Todos ya sabemos que vocalmente es potente, que toca bien el piano, que da discursos de terapia de grupo, que se cambia de ropa en cada canción... entonces es difícil que sorprenda con algo si ya has visto alguno de sus conciertos.