La colección del 2009 de Thierry Mugler se la puso en todos los colores y los botines Laboutin también. La colección de Paco Rabanne 2011 la fulminó en una noche y 20 segundos de un videoclip. Y el Atlantis de McQueen le duró como tres años. Cosas así no me parecen ser reciclona. De hecho en sus etapas refrito de cada vez que iba al baño se cambiaba de ropa eran en las que más desnortada estéticamente ha estado, y cuando más cansaba. Tras este momento, el diablo viste de Prada he de decir que si eligiese una colección guay, la adaptara a su concepto y se la pusiera hasta la saciedad a mí me tendría contento. Algo así ha hecho con Joanne y se lo agradezco. ARTrefritoPOP no more, please.