Yo ante la familia, propia y ajena, doy una imagen de poco simpático o poco sociable por una cuestión fisiológica: tengo unas digestiones pesadas. Y eso hace que después de comer lo que menos me apetezca es una larga sobremesa, yo quiero sofá o un paseo.
Como ya he tenido problemas con esa imagen, a mis suegros les avisé desde el primer día de que A) me encanta comer y todo lo que preparan está muy rico, pero tengo que comer poco o muero. B)Después de comer no estoy para conversaciones ni para jugar a las cartas (ni antes de desayunar).