Pues chicos, qué queréis que os diga, con todo su aspecto de vídeo casero, Inland Empire funciona a la perfección para crear ese ambiente de pesadilla doméstica en el que se mueve e incluso consigue crear imágenes bellas en algunos momentos: en el rodaje de la peli, Susan en su casa, los conejos o en las escenas nocturnas en Polonia.
Y una película no es mejor o peor que otra por ser más bonita estéticamente. "El elemento del crimen" no es mejor que "Rompiendo las olas", por decir algo.