Ya, la verdad es que es el peor año en mucho tiempo: sin presentador, con premios en la publicidad, películas más flojas de lo habitual (incluso alguna infumable) y la posible victoria de algo tan convencional como Green Book (la opción de Roma tampoco me entusiasma, aunque desde luego tiene más valor artístico como película).
En el lado positivo tenemos una película que me parece genial (La Favorita), otras nominadas en varias categorías que no están nada mal (Can you ever forgive me?, El reverendo, El blues de Beale Street, La balada de Buster Scruggs, Shoplifters), hay un español nominado, y probablemente se lleven Oscar gente que me encanta como Glenn Close (aunque ojalá Olivia), Mahershala y Regina King. Y sobre todo hay una incertidumbre total sobre quién va a ganar en mejor película, que eso siempre es un aliciente.