De Vulnicura ya se decía que era un disco cerebral, de melodías difíciles, improvisadas en el momento, por mucho que fuese un disco de ruptura. En realidad, las críticas al trabajo de Björk siempre son las mismas. Cuando escuchaba Homogenic en el instituto, mis amigos me decían que no lo entendían, que Björk metía bases y se ponía a cantar por encima sin sentido del ritmo. Es lo mismo que ahora. Yo, al final, estoy escuchando bastante Atopos porque la base me lleva a disfrutar la canción en su totalidad, y porque tiene un punto de absurdez y humor que echaba de menos en ella. Me parece una ida de olla muy guay.