Tenian que despedir a Agoney de la vida pública, por no dar pie con bola en lo de buscar ideas en su cerebro. Que en cuanto se acabe el dinero que pagaron a la revista Shangay para promocionarlo desaparecerá como un pedo e el viento. Y no habrá estilismo de moderna hortera o jitaso inexistente como Quisas que lo salve