Para el que le guste la música un poco jodida, lo nuevo de Daughters es una burrada (todavía no sé si para bien o para mal). Una especie de versión moderna de This Heat más malrollera y ruidosa si cabe, una experiencia bastante física (algunas canciones parece que te están taladrando la cabeza). Hay que tener cierto estómago para escucharlo del tirón, evitar ponerlo en momentos de depresión porque lo mismo os entran ansias asesinas.