No seré yo quien defienda a Israel (país con el que tengo mis diferencias en lo que respecta a su política para con el pueblo palestino) ni a Madonna (que como cantante ni me va ni me viene, más allá de los temazos que ha sacado a lo largo de su carrera), pero creo que todo el tema de las redes sociales ayuda a magnificar mucho las cosas y supuestos amagos de boicot. Con esta, ya es la tercera vez que el festival se celebra en Israel, una en 1979 y la otra en 1999, es más, en ambas ocasiones se celebró en Jerusalén y no hubo el revuelo que se formó el año pasado que llegó a tal punto que tuvieron que cambiarlo a Tel Aviv por la presión ejercida en redes sociales y medios digitales. Cabe recordar que tanto en 1979 como en 1999 el problema palestino ya existía y a nadie se le ocurrió llevar a cabo un boicot. En cuanto a que Madonna actúe en Eurovisión, ¿a quién le sorprende? De hecho, ¿no lo había hecho ya antes? Yo al menos recuerdo que estuvo una época flirteando con el tema de la cábala (que no deja de ser una corriente mística del judaísmo) y que hizo varios viajes a Israel. Tampoco entiendo por qué se le exige a ella que boicotee Eurovisión y no a los países que participan. Guste o no, Israel lleva participando en Eurovisión casi 50 años y siempre cabe la posibilidad de que acabe ganando y organizando el festival, tal y como pasó el año pasado.