Si si, eso si. Pero vamos, que según él, era un interiorista reputado. La cosa se torció definitivamente cuando él, a escondidas, empezó a cobrarle un sobreprecio a la hermana escondido en los muebles que compraba. La otra fue a devolver un dia unas lamparas y cuando les dijo a los de la tienda que le habían devuelto el cambio mal, los de la tienda le dijeron que nanay, que lo que se había pagado era X y que el X+1000 ellos no sabían de donde venia. Y se armó la marimorena.