De verdad que prefiero no tener expectativas. Si luego nos sale con algo, pues estupendo. Y si encima está bien, mejor todavía. He asumido -que lo mismo erróneamente- que el momento de Madonna ya ha pasado, que no va a petarlo con nada que pueda sacar a estas alturas y que con que no se convierta en la típica cutre que vive de las rentas haciendo refritos de canciones over and over again, me conformo. No quiero malpensar, pero me huele regulinchi lo del estudio del otro día con la letra de ‘Frozen’ en la mano. Si eso es lo que nos espera de aquí en adelante, la penita que me va a embargar va a ser minina. Espero equivocarme.