Lo mejor (o peor) de todo es que esa fiesta, que para M seguro que no es ni anécdota, en España los masa media la recuerdan cada dos por tres, y la historia va creciendo con los años, añadiéndose cada vez más detalles: yo la vi meterse el dedo en la nariz, a mi me eructó en la cara... La próxima vez que Sálvame hable de ello Belén Esteban dirá que ella también estuvo allí.