Los actuales popstars no necesitan ser desprestigiados porque prestigio, lo que se dice prestigio no tienen. Como todo producto para atrapar adolescentes su futuro no suele ser nada parecido a ser leyendas de renombre. Ni su presente, no encontraremos a nadie que lo diga. Sus inocentes fans, sí, pero al madurar ya piensan diferente.
Por supuesto que la promoción musical siempre ha sido un juego sucio, pero nunca como ahora. Quien no vea una clara degeneración del panorama musical, que lo mire mejor. Y lo que deberíamos hacer es defender los pocos grandes artistas que quedan, no contribuir a su difamación. Pero eso ya es cuestión de la clase de cada cual.