La música pop es mucho circo y entretenimiento, a veces mejor, a veces peor hecho. La etiqueta de artista está usada en demasía. Tampoco es que haya otra que la sustituya. Beyoncé, Madonna y Orquesta Destellos hacen cosas parecidas. La relevancia de aquellas no es tanto por lo artístico, sino por la magnitud de su alcance.