Vamos a ver. Con Madonna no es o todo blanco o todo negro. Se trata de ser objetivo. Madonna es la reina del show business y así lo demostró, por ejemplo, en la super bowl, donde tuvo una audiencia inferior a la de Eurovisión, y seguro que se curró la actuación durante meses, con todo calculado al milímetro. Siempre ha destacado por ir justita de voz pero defenderlo en show y en actitud. Pero es ayer no tuvo ninguna de las tres cosas: ni show, ni voz ni actitud. Es lo que hay.
Sabiendo que te van a ver unos 200 millones de espectadores no puedes preparar la actualización en una semana, para hacer una versión soporífera de LAP y un tema desconocido.
Qué se supone que pretendía? Luego lo de las banderas de Israel y Palestina, pues muy bien, sí, muy reivindicativa ella, perfecto.
Pero lo de ayer fue un cúmulo de malas decisiones y malas ejecuciones.
No pasa nada. Está claro. No se acaba el mundo. Pero teniéndonos acostumbrado a un alto nivel de espectáculos, la actuación de ayer no tiene salvación.