Yo ahora mismo estoy en una encrucijada laboral y vital:
Por un lado tengo el trabajo de guía turístico, que no está mal pagado (dependiendo de la empresa, claro), que se me da muy muy bien y exploto mis talentos naturales. El lado malo es que me parece el típico trabajo con fecha de caducidad, que no querré hacer con 35 años quizás.
Por otro lado tengo la vía más académica o la ligada a las exposiciones, la cual me llena más profesionalmente y me siento más realizado. El lado negativo es que es realmente difícil de explotar y no está bien pagado.
Mi yo de hace 5 años escogería la segunda vía del tirón, pero cada vez valoro más la calidad de vida (shocking), estar cerca de mis amigos, familia, divertirme. Y eso me lo daría más la primera vía, porque me permite tener más flexibilidad y dinero.
Estoy acercándome a un punto de inflexión. Vine a París por el proyecto de la exposición del Greco, pero eso está llegando a su fin y realmente nada me une a esta ciudad. Mi mejor amigo se va, los amigos que tengo me caen bien pero no son del todo mi rollo y la ciudad, para vivir, no me gusta. Mis opciones son irme a Madrid o Barcelona. Sevilla queda descartada porque siempre que estoy ahí entro en un estado de hibernación y no llego a ningún punto.
Madrid me llama porque me permitiría, si me dan una beca que quiero pedir, explotar la segunda vía y porque como ciudad me flipa. Además tengo a mis niñas @milodicox @llamarsernesto y @Summy. Si me dan esa beca empezaría en julio de 2020.
Barcelona es una ciudad en la que siempre he querido vivir, y septiembre sería el momento ideal para dar el salto después de haber exprimido el verano como guía en París. Ahí tengo a @Apoarttc y a @latipi. Estoy ahora preguntándole a un amigo qué onda trabajar como guía ahí.
Y nada, ese es mi dilema. Saber a dónde quiero conducir mi vida.