Yo tengo la suerte de vivir en una plaza que tiene muchos árboles. Hay un pinar un poco más abajo de mi casa donde van cientos de gorriones a dormir. Pues desde hace un año o así , todas las noches acude una lechuza (la he escuchado y visto, es preciosa), se mete al pinar supongo a cazar y forma una revolución tremenda.
Escucharla llegar gritando como un nazgul es chulisimo.