Beth Thomas, con sólo 6 años de edad, abusaba de su hermano menor, al que golpeaba constantemente en los genitales e incluso intentó asesinar. Disfrutaba torturando y matando a animales domésticos, y se masturbaba diariamente hasta el punto de sangrar. Su familia adoptiva descubrió más tarde que la niña había sufrido terribles abusos sexuales por parte de su padre hasta que tuvo 19 meses de edad. Se le diagnosticó trastorno de vinculación reactiva. Gracias a una terapia intensiva de rehabilitación, la niña fue capaz de relacionarse afectivamente con otras personas y sentir empatía. En la entrevista, antes de la terapia (está en inglés pero se entiende muy bien), podemos escucharla relatar con frialdad como maltrataba a su hermano y los abusos a los que había sido sometida, sin manifestar ningún tipo de emoción. Hacia el final del vídeo y tras los primeros años de tratamiento, es capaz de llorar al recordar lo que le hacía a su hermano, tomando así conciencia de su comportamiento dañino y mostrando remordimiento.
http://www.youtube.com/watch?v=g2-Re_Fl_L4