Pues al final no te voté. Está visto que la estampita de la virgensita de urkupiña a la que rezo todas las noches y mi círculo de protección con sal rosa del himalaya ha conseguido resguardarme del amarre malvado que me había echao la chichi para atrapar mis votos. Soy libre, soy libre al fin.
En cualquier caso, enhorabuena, chichi! La canción es buena, no lo suficiente como para que la votase, ni como para compensar lo pesá que eres, pero buena, es. :smile: