Pero acá nadie odia a María, solo se burlan de los fans de Twitter que se ahogan por todo.
Tampoco es que nadie esté viendo a los concursantes como pobres inocentones. Si, firmaron un contrato pero eso no implica que no puedan discutir nada de lo que la producción del programa les tenga planeado. Al contrario, tienen bastante cintura para discutir. Después de todo, son el objeto de fijación de los talifanes y son los que generan los ingresos de la compañía a cambio de exposición y formación. Y más aún pueden discutir cuando, rompiendo las normas del contrato que fue firmado, la directora de la academia filtra información del exterior para extorsionarlos moralmente.
Nadie niega que el programa tenga derecho a generar momentos televisivos de drama y a reclamar de los concursantes que lloren más y no se pasen todo el día en la habitación. Tambien pueden permitirse mezclarlo con temas como "decepcionaron a Noemí", "no van a ser nadie", "lean estos tuits" y aún así no me va a dejar de parecer una putada extorsiva e incluso poco estratégica para las ganancias de la empresa.