Concuerdo con que no se pueden desestimar las temporadas dos y tres sin más. Si, desde lo visual presenta una primera barrera y la dinámica del programa es muy distinta, pero muchos de los momentos, las frases, los conceptos más icónicos vienen de ahí, al igual que algunas de las reinas más legendarias (Raven, Raja, Manila, Juju). El programa era muy diferente de lo que hoy Drag Race representa, pero totalmente disfrutable: la producción y la edición son lo más ridículo, bizarro y fantasioso que vas a encontrar en un reality show