En Alemania necesitan mano de obra - 1.2 millones de puestos sin cubrir - y tienen que tirar de inmigración. Siendo como son un gobierno de derechas, lo han regulado un poco a la australiana. Dejan entrar a quienes acrediten tener la formación o la experiencia necesaria, además de la capacidad económica de sostenerse un tiempo sin ayudas. A ver cómo les sale.