“¿Para qué quedarme en Madrid? ¿Esperando que pase qué? ¿Que me den el Goya? ¿Y qué pasa después?”, pregunta. “Yo voy a Málaga tres, cuatro veces al año, muy poco. Porque al final las vacaciones de una dependienta son eso. Entonces prefiero estar en casa y venir aquí [por Madrid] cuando tenga que venir, antes que estar aquí y ver a mi madre tres veces al año. ¿Qué pasa si me dan el Goya y va y se muere mi madre? ¿O mi padre? Que habré estado 15 años en Madrid malviviendo y perdiendo tiempo de estar con mi familia”.