Y ‘Yo te llevo conmigo al cielo’ coquetea con el reggaeton dejando rimas sublimes (“pronto todo eso será mío, las casas del norte, las llaves del mar, no hace falta que tengas dinero, todo a ti te lo voy a dar”) que descubren a una letrista comprometida con la poesía.
Y se queda tan pancho el Jordi. Hay que tenerlos como dos mangos.