"El problema de la conciencia política general española es que todavía hay quienes están dispuestos a defender el papel de Franco y su legado, aunque no se reconozcan como franquistas y ejerzan de supuestos demócratas. Ese ángulo muerto de legitimación discreta y suave (pero arraigada) del tirano es lo que nos convierte en europeos raros, mucho más que los desfiles de cada 20-N de esos que van saludando brazo en alto"