Hay guerras perdidas de entrada y usos lingüísticos ya instalados y difícilmente erradicables, está claro, pero el Termcat hace diccionarios terminológicos de medicina, de turismo, de deportes, en fin, un millón de campos. Muy encomiable. Y como dice @Apo, por lo menos propone soluciones, tampoco es que vaya a imponer nada.