La sensación que tengo yo es que no hay plan B más allá de la extensión del estado de alarma. Si viene una cuarta o quinta ola gorda nos pilla el toro.
Tampoco el coma inducido a la economía que son los ERTEs da para más. Ojalá nos salve que con la subida de temperaturas la propagación sea menor. Y la vacunación disminuya el número de muertos.