The killing joke, exacto.
Pero hay que entender que el debate político, según se plentea, ya no se mueve con argumentos sino con emociones y tripas. Por supuesto que quen esté detrás de Ayuso sabe que la burrada que ha dicho sobre el derecho a la educación es inconstitucional. Para qué gastarse intentando explicarlo si va a salir cualquier energúmeno a sueldo diciendo que PERRO SANCHE NOSEQUÉ. Eso no es debate.
Lo mismo cuando se trata de fascismo y repetimos dramáticamente que «los pueblos que no conocen su historia están condenados a repetirla». Un componente básico del fascismo es el rechazo a la intelectualidad... y pretetendemos combatirlo yéndonos a hace un siglo.