Parece que se va a reordenar un poco el mapa político español. Esta carambola centra al PP al tiempo que Vox prefiere erigirse en guardiana de las esencias y pelearse por las miguitas del voto ultra con Alvise.
IDA se queda más outlier que antes y el PP dará menos miedo, lo que puede contribuir a desactivar el voto de la izquierda que veía peligrar los avances conseguidos por un Vox que accedía a los gobiernos.
Ya veremos en qué queda esto, pero de todas formas, mientras a la izquierda del PSOE el Frente Popular de Judea siga obcecado en erradicar al Frente Judaico Popular y viceversa, la cosa no pinta bien para el Perro.