Ha dado un discurso Ada en en directo de su IG que no está mal. Básicamente apelaba al diálogo y la empatía, lo mismo de siempre vamos. Pero lo dice de una forma que parece Carmex para los labios, muy reparadora ella. Y creo que puede ser clave para calmar las aguas.
Por otro lado, también se le da genial lo de plantear muchas preguntas, pero no dar ninguna respuesta. Cada vez la veo más como la típica abuelita que en una cena de Navidad intenta hacer que sus hijos no discutan echándoles más comida en el plato o que te dice "si me quieres, compórtate", y lo haces y te muerdes la lengua aunque odies a tu cuñado.
La cosa es que Manuela Carmena, además de abuelita adorable, era resolutiva. Y ella no lo es.