John de Mol en la BBC One cuando le preguntan acerca del éxito y la longevidad del formato en países como España o Argentina:
"La inmensa mayor parte de la gente es estúpida y no sabe que lo es. Creo que todos somos conscientes de eso y siempre lo hemos pensando. En lo que no ponemos el foco es en dos hechos esenciales: uno, la persona estúpida no solo no sabe que lo es sino que tiende a creer que es más inteligente que el resto y, dos, y mucho más importante: el ser humano siempre tiende, por una mera cuestión adaptativa, cultural y educativa, a tratar de empatizar con aquel que considera inferior. Son estudios que manejamos desde que creamos el programa, no es mera elucubración.
¿A que nos lleva eso? A que si yo meto en una habitación a 9 personas inteligentes y a un estúpido con alta autoestima, siempre, absolutamente siempre, la conversación grupal tenderá a ponerse a la altura del estúpido. Ese es el factor alrededor del cual gira el programa Gran Hermano.
Ahora volvamos al principio: "la inmensa mayor parte de la gente es estúpida". Después pensemos en las sociedad en la que vivimos, donde la gente viene a la vida sin cástings de ningún tipo. La opinión general, la voz de la gente, tiende, irremediablemente a la estupidez si no se imparte una educación crítica desde edades tempranas.
Eso explica por qué , en nuestro programa, podemos captar a todo tipo de personas, de todos los estratos sociales, pero jamás, jamás, seleccionamos a personas con capacidad de crítica y autocrítica, porque sencillamente tienden a conciliar y a encontrar caminos que permiten evitar el conflicto bajo los parámetros del diálogo y eso no nos interesa bajo ningún concepto.
Yo tengo que admitir que Gran Hermano, al principio, nunca fue un "experimento social" porque no representaba a toda la sociedad. Pero ahora, justo cuando más denostado es el programa, debo decir que GH sí que representa a la sociedad. Nuestros cástings son cada vez más sencillos, cada vez es más fácil encontrar a gente, inteligente o no, con una nula capacidad de empatizar o de ser crítica. Y eso es tan alarmante como lógico, dada la deriva educacional del mundo occidental."