Yo la verdad es que me lo he pasado de fábula en los 30. Relaciones sentimentales realmente plenas y satisfactorias; el desamor, por supuesto, del que también se aprende; más y mejor sexo que nunca antes; consolidación laboral, viajes a tutiplén, mi piso, mi sobrino, nuevos y maravillosísisisisisimos amigos... En fin, creo que hay bastantes más pros que contras.
Para los 40 espero algo parecido, la verdad.