A mí más que la playa, que también, y no la tengo lejos, pero efectivamente estará petada, me apetece pasear por la ciudad, que es algo que los findes suelo solía hacer de normal. La calle Valencia, por ejemplo, desde mi casa hasta el Paseo de Gracia, es una auténtica maravilla. Ida y vuelta es hora y media - dos horas. FIRMO.