La japonesa me resulta muy interesante por el choque cultural. Las emociones contenidas, todas las mujeres tapándose la boca cada vez que ríen, la sensación permanente de que son los hombres quienes eligen. Se nota que en el casting han buscado participantes con origenes mixtos (Priya) o que han vivido en el extranjero, un poco para compensar el típico hermetismo nipón.
Pero luego hay reflexiones muy interesantes sobre el concepto de pareja, sobre la soledad, sobre el pasado de las mujeres. La parte sociológica gana peso en la versión japonesa, mientras que en la brasileña y la estadounidense lo hace más el morbo. Y en esta última se aseguran, además, de que haya gente horrible, lo cual siempre es un plus.