Netflix ha estrenado Heartstopper, una serie inglesa basada en un comic que cuenta la típica historia de coming out (instituto, adolescente abiertamente gay que tiene un crush por su compañero de clase supuestamente hetero que juega al rugby...). Pero ojo, si estáis pensando en Patrick y el hijo del futbolista, esto es lo opuesto a Elite. Es una comedia romántica buenrollera que es puro azucarillo, por momentos bastante cursi (esos dibujos de hojas, estrellas y corazoncitos flotando cuando menos te lo esperas) pero también es como muy adorable y reconfortante y la ves con una sonrisa. Los personajes caen bien (hay además representación de todas las letras LGTB), es muy british y encima sale Olivia Colman brevemente haciendo de la madre de uno de ellos.
Y antes de que me acuséis, no, no me pone ninguno de los protagonistas.