No creo, pero igual. Bueno lo cuento aquí así con mas adorno. Mi famosa compañera de trabajo, que antes era de Vox y ahora es de Ayuso (aunque es, contra todo pronóstico bastante prudente y/o se calla muy mucho de polemizar conmigo, porque me tiene en un pedestal) empezó a decir con lo de las vacunas que ella no se la iba a poner, que estaba aterrorizada. Yo lo traté como otra de las irracionalidades típicas sin fundamento de alguien que vota por Vox así que le di la máxima caña posible que se puede dar en un ambiente de trabajo (somos poquitos). Ella me decía que si, que sabía que salvan vidas pero que le dan terror y yo venga que venga con la matraca dia si dia también. Total, que al final un día me contó con lágrimas en los ojos que cuando se quedó embarazada de trillizos le pusieron no se que vacuna, una que después retiraron porque se comprobó que efectivamente era perjudicial para embarazo y que como consecuencia de esa vacuna uno de los fetos nació muerto (le hicieron entierro y todo) y otro de los bebés nació con una parálisis cerebral (eso si lo sabía porque conozco al nene). Sólo salió sin problemas de salud la niña. Le dieron indemnización y todo porque EEUU dictaminó que la vacuna era perjudicial y nunca se debería de haber autorizado. Pero bueno, que yo estuve ahí dale que te pega tratando su miedo irracional (en este caso justificado) como una tontería más de una vox antivaxxer. Y esa es mi historia Patricia.