La noticia viene referida del 20minutos (o cinemanía o uno de sus blogs paralelos) Enlaza a una entrevista de Forqué en días de cine. La anécdota que cuenta ella es que va a agradecer un premio y entre la lista de los directores que menciona con los que ha trabajado se le olvida Almodóvar. Ella al día siguiente cae en la cuenta y toda apurada pregunta a su representante qué hacer, y éste le dice (pues lo normal): "llama a Pedro y dile que te has olvidado", y tan ricamente. Pero resulta que Verónica no trabajó con Almodóvar desde Kika, cuando Pedro vivía aún por Lavapiés (calle Arenal, para ser precisos) y había cambiado de teléfono. Así que la mujer va a "El deseo" a pedir el teléfono y creo que cita a la persona que se lo niega, porque Pedro no quería dar el teléfono a nadie. Y Verónica Forqué se queda de piedra, después de todos las pelis que había hecho con él. La verdad es que por un lado se quedó fría de la respuesta, pero por otro lado encajó bastante bien la mendacidad inherente de la profesión cinematográfica.
Siguiente escena: Pedro visitando a su amiguchi Verónica en el tanatorio.
También en descargo de Pedro-esto lo digo yo- hay una época justo después de la torta que se metió con Kika en la que se vuelve más apartado del mundo, más depre y oscuro, se muda a Pintor Rosales, y se sube aún más la categoría porque el nene ya no era un enfant terrible, era un genio, y claro, él decide con quién tratar así que los demás vayan pidiendo audiencia. Eso sí, si hay que perseguir a Rosalía, se persigue.
Quiero creer que él no es tan cruel y que las cosas que no haces (igual él era ignorante de esta historia) son de las que luego te arrepientes mientras vivas, porque los que ya no viven no tienen de qué sufrir. Apúntate esta trama para tu próxima película de autoficción, Pedro.