Yo tampoco soy fan de recortar el metraje, pero en el documento filtrado hay otras propuestas muy interesantes, como por ejemplo regular el precio de los alojamientos y crear un portal para gestionar las reservas. Cosas muy necesarias habida cuenta que en Liverpool hubo alojamientos que llegaron a costar 50.000 euros/3 noches.
Al final la SVT siempre tirará hacia la americanización del show (ellos metieron a Timberlake en el show en 2016!), pero a nivel organizativo esta sería la primera vez que la organización del festival no hace la vista gorda a los continuados abusos del sector turístico, algo que limita y con mucho la accesibilidad de muchos ciudadanos de países participantes a la experiencia.
Israel sentó el desafortunado precedente de lo que no hay que hacer, y desde entonces nadie hizo nada para corregirlo. Hasta ahora. Así que mira, tack Sverige.