En una primera escucha, me está pareciendo bastante guay. Es verdad que es como que hubieran metido en una coctelera otras cosas que lo han petado recientemente (y que todos sabemos), pero oye, no siempre que se hace eso el resultado se puede digerir. Y en este caso, creo que da para relamerse.
Vamos, exitazo asegurado.
Y ya puestos, yo hubiera titulado el disco Tropicoñeta, en plan homenaje a Kill Bill. El interludio le va al pelo.