no tiene tampoco gran misterio @JoseRamone pero desde chica he hecho del desayuno mi comida más sagrada. Todo dividido fases entrelazas. La primera es sacar absolutamente todo lo que sea necesario para el desayuno, ocupar el máximo espacio posible y no mover nada (ni que me lo muevan) hasta finalizar que suele ser 30-40 minutos después. Y después me tomo café y sigo a lo otro y vuelvo a la leche y vuelvo a lo otro pero con un poco de aquello y un poco de eso. De ahí que se prolongue tanto. Esa manía ha hecho que odie quedar para desayunar en la calle. Decepción segura. Para lo demás soy muy bien llevá.
Gracias!